Tomado Cubadebate
“Doy gracias a Dios que me ha permitido venir hasta ustedes y
realizar este tan deseado viaje”, fueron las palabras del Papa Benedicto
XVI al iniciar su intervención en la Santa Misa, celebrada en la Plaza
de la Revolución Antonio Maceo, de Santiago de Cuba, en el oriente de la
Isla, a las 6:45 pm (hora local, 23:45 GMT), y ante la presencia
Presidente cubano Raúl Castro.
Recordó que esta Santa Misa se inserta “en el contexto del Año
Jubilar mariano, convocado para honrar y venerar a la Virgen de la
Caridad del Cobre, patrona de Cuba, en el 400 aniversario del hallazgo y
presencia de su venerada imagen en estas tierras benditas”.
El Papa habló del “misterio de la encarnación”, en el que “Dios se
hace cercano a nosotros, nos muestra la dignidad incomparable de la vida
humana”, y dijo a los congregados en la Plaza santiaguera que “Cuba
tiene necesidad del testimonio de su fidelidad, de su unidad, de su
capacidad para acoger la vida humana, especial la más indefensa y
necesitada”.
En medio de una plaza atestada de feligreses, cientos de miles de
personas pudieron a saludar a Su Santidad Benedicto XVI, quien se abrió
paso a bordo del papamóvil poco antes de dar inicio a la Santa Misa en
la Plaza Antonio Maceo.
“Benedicto, amigo”, se escuchó gritar entre la multitud, que desde
horas tempranas tributó al Papa una calurosa bienvenida a lo largo de
las calles santiagueras. Obispos de Cuba y del Vaticano están presentes
en la misa, junto a personalides políticas de la Isla encabezadas por el
Presidente Raúl Castro.
Una gran valla con el mensaje “la Caridad nos une” acompañaba a los
reunidos, todos prestos a celebrar los 400 años de la Virgen de la
Caridad del Cobre. “Dondequiera que estemos, llevamos con orgullo el
nombre de cubanos“, dijo el Arzobispo de Santiago de Cuba, Dionisio García Ibáñez, quien dio la bienvenida a su Santidad Benedicto XVI.
“Recelamos de toda injerencia foránea en nuestros asuntos y nos
sentimos comprometidos en lograr, con esperanza y decisión, una
República próspera, incluyente, participativa, “con todos y para el bien
de todos”, dijo el Arzobispo, quien llamó a la hermandad y unidad entre
las voluntades de todos los cubanos para construir el bien común.
Benedicto XVI llegó hace pocas horas a Santiago de Cuba proveniente
de México y fue recibido en el aeropuerto de esa ciudad por el
Presidente cubano Raúl Castro, con quien se reunirá mañana oficialmente.
A la misa, también asisten los 17 obispos cubanos, encabezados por
el cardenal de La Habana, Jaime Ortega, y numerosos prelados
latinoamericanos. Durante la celebración eucarística Benedicto XVI le
ofrecerá a la Virgen mambisa una rosa de oro.
El altar fue levantado delante del monumento de Antonio Maceo, uno de
los héroes de la resistencia cubana, y en el mismo dominan los colores
blanco, azul y rojo, los de Cuba.
El Obispo de Roma llegó a la plaza en el papamóvil, en el que la
recorrió en medio de los aplausos, vivas y cánticos de los presentes,
muchos de los cuales lo esperaban desde primeras horas de la mañana.
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