Tomado de Escambray
Con financiamiento del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, la Fábrica de Cemento espirituana implementará un novedoso proyecto para la eliminación de freones.
Sin precedentes en el área del Caribe, Cuba encamina en la Fábrica de
Cemento Siguaney, de Sancti Spíritus, un novedoso proyecto ejecutivo
para eliminar los gases Clorofluorocarbonos (CFC) o freones contenidos
en equipos de refrigeración y aires acondicionados, sustituidos a gran
escala en el país durante la Revolución Energética.
El proyecto, en fase de revisión y de reajustes necesarios, cuenta con financiamiento del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y debe comenzar a aplicarse a inicios del venidero año, según el ingeniero Adalberto Ventura Fernández, especialista de Medio Ambiente de la entidad espirituana.
De acuerdo con Ventura Fernández, se estima la incineración de 0,1
kilogramo de CFC por cada tonelada de clínquer producida, a razón de
unas 12 toneladas de gases anualmente, en los hornos de esta área de la
industria cementera.
A través de un riguroso control automatizado y con estrictas medidas
de seguridad sucederá la quema de los freones en los hornos, donde la
temperatura alcanza más de 1 200 grados Celsius, vital para su
destrucción.
Entidades del Ministerio de la Construcción, como la Empresa de
Proyectos para Industrias Varias (EPROYIV), y del de Informática y las
Comunicaciones, también intervienen en el proyecto, concebido a
desarrollarse en la fábrica taguasquense gracias a su estratégica
ubicación geográfica, entre otras razones.
Dicha entidad posee experiencia, igualmente, en la quema de lodos y
aceites usados procedentes de las ramas automotriz e industrial, de
gudrón ácido -un desecho de la refinación del petróleo-, de
psicotrópicos y estupefacientes vencidos, y de droga decomisada.
Una representación de la isla, integrada por expertos de la Oficina
Técnica de Ozono (OTOZ), de la EPROYIV, del Grupo del Cemento y la
industria espirituana, en particular, visitaron Japón, país situado en
la avanzada mundial en la quema de esta clase de contaminantes
medioambientales.
Los Clorofluorocarbonos, de gran persistencia en la atmósfera, con el
tiempo alcanzan la estratosfera, donde se disocian por acción de la
radiación ultravioleta, liberando el cloro y dando comienzo al proceso
de destrucción del ozono.
Cuba posee más de 130 toneladas almacenadas de los freones 12 y 22,
de acuerdo con la OTOZ, perteneciente al Ministerio de Ciencia,
Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) y encargada de coordinar y controlar
la implementación del Protocolo de Montreal, dirigido a destruir
lassustancias agotadoras de la Capa de Ozono.
El CITMA anunció el año pasado que la Mayor de las Antillas eliminó
definitivamente las importaciones de gases que se consideran dañinos
para la Capa de Ozono, entre estos los CFC, de efecto invernadero.
En los años 80 del siglo anterior los científicos detectaron que el
debilitamiento del ozono Antártico se debía a la emisión de ciertos
químicos como consecuencia de la actividad humana, específicamente los
CFC, inventados en 1929 como refrigerantes y para los aerosoles.
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