Tomado de Escambray
La provincia de Sancti Spíritus se convirtió por quinto año
consecutivo en el primer territorio cubano que cumple el importante
compromiso económico, a los 91 días de zafra.
Sancti Spíritus sigue fiel a su brújula azucarera y justo este
viernes, a los 91 días de zafra, arribó al plan de producción de crudo,
resultado de por sí distintivo, pero se torna más relevante cuando se
le adiciona que por quinto año consecutivo la provincia cumple primero,
a nivel de país, el importante compromiso económico.
La reconocida capacidad del territorio para hacer bien la zafra tiene
su principal sostén en los hombres y sus mañas, esos que afincan en
el azúcar su inspiración y desempolvan en cada contienda tesón y
sabiduría para encarar el engranaje de corte, tiro y molida.
Como ese libro abierto que convierte cada jornada en una página
diferente, la zafra en Sancti Spíritus caminó apegada a los trazos de la
eficiencia y en esta hora de recuento los indicadores que miden esa
eficacia operacional se sitúan en los parámetros previstos, encabezados
por un rendimiento industrial a escala de provincia de 11.31,
ligeramente superior al planificado.
“Los resultados de la contienda son favorables; hasta este viernes se
cumple el estimado agrícola al 102 por ciento, con un incremento en los
niveles de caña de casi el 20 por ciento, con respecto a la anterior
contienda”, explica el ingeniero Juan Carlos Mursulí, director de la
Empresa Azucarera Sancti Spíritus.
“Hasta el momento el crecimiento en
azúcar ronda el 11 por ciento y con el aporte adicional de crudo que
hará el territorio debe sobrepasar el 13 por ciento; no obstante, la
actual producción representa el 61 por ciento de la potencialidad que
estamos planificando”.
La zafra espirituana estuvo halada por el central Uruguay,
responsable de fabricar alrededor del 70 por ciento del compromiso
provincial y única industria en el país que había alcanzado hasta ayer
su plan de producción, en tanto, transita por el momento final de la
molida que le permitirá un aporte adicional de crudo. El central Melanio
Hernández, primero que inició las operaciones, será también el
encargado de cerrar el capítulo final de la cosecha y debe alcanzar su
meta a mediados de la semana entrante.
El hecho de cumplir el plan de azúcar aporta motivos para el elogio y
detrás del resultado hay horas de desvelo y mucho trabajo; sin embargo,
no todo salió según lo previsto. “Aunque esta es la provincia con menor
tiempo industrial perdido (13,60 por ciento) fue superior al del pasado
año y las causas que más nos incidieron fueron las interrupciones
operativas en el Melanio Hernández y en los centros de recepción de caña
que lo abastecen, así como las roturas industriales, fundamentalmente
eléctricas, en el Uruguay; terminamos, además, con 18 combinadas paradas
por la rotura de los motores”, precisa Mursulí.
“Algo muy positivo también es que junto a la zafra se han realizado
todas las labores de la agricultura cañera, escalón donde la provincia
repite la vanguardia, con notable adelanto en la preparación de tierra y
la siembra, lo cual dice mucho del trabajo de todos los hombres y
mujeres involucrados en la cosecha y en la agricultura”, puntualiza
finalmente Juan Carlos.
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