La
práctica de imponer, admitir y concebir
planes sin el suficiente sustento es un mal entronizado en las relaciones
económicas de cualquier esfera.
Un análisis acerca del comportamiento
de las entregas de leche por parte de las cooperativas espirituanas
volvió a sacar a la luz este añejo dilema.
Cuando el
año transita apenas por sus primeros meses, más de 70
cooperativas de la provincia exhiben incumplimientos de sus programas de
entrega de leche al estado lo cual pone en tensión este frente que
durante todo el 2011 presentó deudas que nunca pudieron recuperarse
al punto de cerrar el año con más de dos millones de litros.
e supone
que a la hora de concebir los planes se tanga en cuenta las potencialidades
de cada unidad, la disponibilidad de recursos, la existencia de
reproductoras, condiciones climáticas entre otros factores.
Resulta difícil entender entonces ¿por
qué en una cooperativa como El Vaquerito de Taguasco el
incumplimiento comenzó desde el propio mes en que comenzó a
regir el contrato algo que es comun en otras unidades? o
¿Porqué una cooperativa como la Primero de Enero de
Cabaiguán se concibió un promedio de litro por vaca superior a
lo que históricamente allí se logra?
¿Dónde esta el control de las Empresas y donde la exigencia de
la ANAP? ¿Con qué seriedad se asumen estos planes?
¿Porqué una cooperativa como la José
Ibáñez de Trinidad donde no existe garantía de
alimentos se pactó un compromiso abarcador? Huelga decir en este
último caso que la respuesta productiva de la estructura de base no
se corresponde con los beneficios recibidos por el proyecto PALMA.
La falta de sustento en la concepción de los
planes apunta hacia otra problemática. Hoy cerca de setenta bodegas
han sido retiradas del sistema de entrega directa de leche desde las
vaquerias al no resultar sustentable la producción, lo que implica
que no siempre existe la garantía del producto.
Unas 800
tiendas en el país también corren una suerte similar.
Huelga
preguntarse. ¿Qué tipo de análisis se realizó
para tales decisiones?
Sucede que muchas decisiones en ocasiones son hijas
del entusiasmo más que de la objetividad, sobre todo cuando gravitan
campañas de moda.
Sancti
Spíritus resultó por cierto una de las provincias pioneras del
país en la vinculación directa de las bodegas a las
vaquerías. Solo que no en todos los casos primó la
valoración adecuada sobre la factibilidad del sistema lo cual se
explica en el retiro de varias unidades, sobre todo en la ciudad cabecera
donde incluso se debió retornar, para bien a la distribución
en bolsas.
Sucede que este no es un incumplimiento cualquiera. Se
trata de la garantía del alimento para los niños de cero a
seis años y de algunos enfermos fundamentalmente,
A la hora de concertar los planes no todos
piensan en esta implicación humana y asumen la imposición por
temor, irresponsabilidad o falta de sentido comun. O en otros casos, lo
hacen a sabiendas de que el incumplimiento costará cuando menos un
regaño más mientras la leche se sigue desviando por tortuosos
caminos..
Sucede que
en este caso, no se puede apostar siempre por pagar la deuda en un mes
cualquiera y a veces hasta finales de año
Para la
economía el incumplimiento también se traduce en
dólares para el país que el pasado año debió
erogar unos 15 millones de dolares no planificados para la compra de la
leche en polvo en el exterior.
En el
análisis de marras se habló de la intención de llegar
hasta medidas de tipo penal para los incumplidores. Habrá que ver si
las palabras encuentran hechos concretos. En Cuba y Sancti SPIRITUS, los
acusados sobran.
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