Los criterios son diversos y las opiniones recogidas así lo demuestran.
"No hay necesidad de firmar un papel y colocarse un anillo para
demostrar tus sentimientos
Demostrando
que no hay necesidad de comprometerse y casarse para validar el amor
que se siente hacia alguien aparecen las uniones consensuales o no
formales, las cuales combaten por ganar seguidores entre los jóvenes de
hoy en Cuba.
Un
estudio realizado por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE)
corrobora que los cubanos están decididos a casarse cada vez menos, ya
que en 1980 se efectuaron 68 491 matrimonios, y 29 años después el
índice fue de 54 969.
En un sondeo realizado a un grupo de muchachos de entre 15 y 25 años,
el 70% de ellos prefirió las relaciones consensuales antes que el
casamiento. Para ellos esta forma de unión es un importante paso a
seguir antes de asumir un compromiso serio. Además constituye una opción
que permite el disfrute de las relaciones de pareja y no le resta valor
al amor que se profesan las mismas.
Según la psicóloga Patricia Arés, presidenta de la Sociedad de
Psicología de Cuba, en declaraciones al diario nacional Juventud
Rebelde, existen a nivel mundial dos tendencias: la prórroga en la edad
del primer consorcio legal y el progresivo incremento de las alianzas
consensuales.
Los criterios son diversos y las opiniones recogidas así lo demuestran.
"No hay necesidad de firmar un papel y colocarse un anillo para
demostrar que tus sentimientos son verdaderos hacia otra personaʺ, afirmó el joven soltero José Ernesto González Mosquera.
Sin embargo, otros como la joven religiosa de 25 años Naivel Loureiro Valdés, brindan su voto a favor de las tradiciones. ʺYo
me caso dentro de un mes y pienso que no podemos temer a un sacramento
tan sagrado como el matrimonio. Si el amor está, entonces nada más
importa".
Otros, como el joven de 22 años Jesús Fernández García, quien vive una
relación consensual con su pareja, creen que no se trata de estar a
favor ni en contra de los que se casan, pero en la actualidad hay que
tener en cuenta algunos aspectos como el sustento económico, la
vivienda, entre otros, antes de afrontar tal responsabilidad.
El asunto despierta polémica entre especialistas de distintas materias del capitalino Centro de Estudios de la Juventud.
La socióloga Yasmín Rodríguez Benítez aseguró: ʺEn
Cuba los problemas de la vivienda y de carácter económico obligan a los
individuos a vivir separados y a modificar su mentalidad respecto al
asunto. La carencia de recursos materiales ha transformado el
significado de la unión legal entre las personas.
Como otro elemento, el historiador Luis Gómez Suárez plantea que en
épocas pasadas para que un hombre y una mujer tuvieran relaciones
íntimas, un requisito indispensable era estar casados, pero hoy en día
la presión social ha disminuido y así han aparecido nuevas costumbres
entre los seres humanos.
Para
Gómez Suárez este es un proceso que viene desde finales de los años 50 e
inicios de la década del 60, con la emergencia de la juventud y la
búsqueda de mayor flexibilidad y menor rigidez.
ʺTambién
un aspecto esencial radica en que toda la juventud no actúa igual. Los
jóvenes entre 15 y 19 años cambian sus intereses constantemente,
mientras que los que oscilan entre los 20 y los 25 marcan pautas en el
comportamiento de su generación y ya los que sobrepasan estas edades son
más conservadores", acotó la psicóloga Adriana Elías Rodríguez.
Según la socióloga y también investigadora demográfica Rodríguez
Benítez, las uniones consensuales consolidarán su lugar cada vez más
entre la juventud cubana, por los beneficios y el bajo nivel de ataduras
que estas traen consigo.
Como un joven más que se enfrenta a la disyuntiva de ¿me caso o no me
caso? y siguiendo a nuestros instintos e ideales, pienso que todo llega
en la vida y cuando el momento y la persona indicada toquen a nuestra
puerta, entonces sabremos tomar la decisión correcta.
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