martes, enero 01, 2013

2013: Con memoria rebelde a cuestas.

Tomado Radio Sancti Spiritus
Revolución y sus hijos más dignos, con las barbas hasta el pecho, bajan de la Sierra Maestra con olor a monte y los fusiles en la mano, por si acaso. Revolución y sus hijos rebeldes llegan a pueblos y ciudades para sembrar luz. Revolución y aquella Caravana de la Libertad atraviesa, como río naciente, esta isla, harta de esbirros batistianos que segaron la vida de miles de cubanos.

Primero de Enero de 1959 y los rumbos de América trastocaron su andar. Tanta historia, tanta certeza libertaria no podían quedarse enclaustradas en la geografía de un archipiélago que navega persistente a la entrada del Golfo de México.

Primero de Enero de 1959 y desde Santiago de Cuba, desde el parque Céspedes, el hombre que se irguió al mundo bajo los cedros olorosos de Birán, Oriente, anuncia días inéditos para Cuba, llenos de no pocos tropiezos.

Los grados de olivo y laurel sobre los hombros aún comandan la Patria; siempre fue así desde que la Generación del Centenario asaltó el Cuartel Moncada, donde todavía laten los tiros en sus altas y amarillas paredes.

Ninguna de esas memorias debe sepultarse; quienes intentan hacerlo se quedan sin pies en su caminar por la isla. Ninguna de esas memorias debe sepultarse; de ocurrir, sería olvidar que este minuto, esta hora se levanta porque hubo un ayer, que es hoy; sería olvidar quienes descansan tras los mármoles, prestos a enjaezar su caballo mambí, machete a la cintura.

El 2013 comienza a empinarse. Cincuenta y cuatro años nos separan y, por qué no, nos acercan a aquel enero. El 2013 comienza a tomar altura en el tiempo y vale mirar los últimos 12 meses.

Teniendo como brújula los Lineamientos de la Política Económica y Social, aprobados en el VI Congreso del Partido, en el 2012 Sancti Spíritus se subió la manga al codo: la provincia se convirtió por quinto año consecutivo en la primera del país en cumplir su plan de fabricación de azúcar, con favorables indicadores de eficiencia.

El territorio alcanzó  la más alta producción de arroz de los últimos veinte años, y se confirmó en la vanguardia del país en la Agricultura Urbana y Suburbana.

Sin desconocer las inmensas potencialidades productivas existentes, sin desconocer las lógicas insatisfacciones que aún nos asisten en este u otro sector, resulta gratificante saber que Sancti Spíritus finalizó el año con la tasa de mortalidad infantil más baja de Cuba y la mejor en la historia de la provincia.

Este empeño a favor de la vida sintetiza una obra mayor, esculpida por aquellos que bajaron de la Sierra rebelde, con las barbas hasta el pecho, para anunciar estos tiempos, siempre nuevos.

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